En esta tarea me gustaría que pases un rato agradable leyendo
esta tierna historia que he compuesto imaginándome cómo pudo ser uno de los
capítulos inolvidables de la infancia de este niño que ves en la fotografía.
Por cierto, por si lo estabas pensando he de decirte que esta vez no soy yo, es
un compañero de clase.
Una noche mágica
Aquel era
un día muy especial, eran sus segundas navidades y Dani se disponía a celebrar
junto a su familia una de las noches más mágicas del año y más especial para
cualquier niño: ¡La noche de Reyes! Como todos los años, después de cenar la
familia de Dani se reunía en torno a la chimenea con una taza de chocolate
caliente y un trozo de roscón. Y compartían risas, recuerdos, y alguna que otra
partida de cartas. Mientras tanto el resto de los niños de la casa las primas y
los dos hermanos mayores de Dani, comentaban lo que habían escrito en la carta
para ese año, emocionados y nerviosos por no saber si a sus
majestades les habrían llegado correctamente los encargos. Sin embargo aquella
noche Dani se había apartado del bullicio para sentarse en el sofá, disfrutando
de uno de sus villancicos favoritos, “Ya vienen los Reyes Magos”.
Tan
concentrado estaba en la canción que su madre le tuvo que repetir un par de
veces que era la hora de ir a la cama. Asique tocaba limpiar los zapatos,
colocarlos debajo del árbol, y no olvidarse de poner un vaso de leche con
galletas y un cubo de agua fresca para los camellos, junto al belén. ¡Ah se me
olvidaba no podía faltar la tradicional fotografía que, sus padres muy
orgullosos, solían hacerle antes de que llegara el gran día! Además aquella noche
Dani, lucía muy elegante el peto de cuadros y su camiseta verde a juego, que
sus abuelos le habían regalado por su cumpleaños.
A la mañana siguiente Dani como buen
madrugador fue el primero de todos en levantarse, y sin pensarlo dos veces, se
dirigió al salón, sigilosamente de puntillas, sin hacer apenas ruido. Tres,
dos, un metro le separaba de la puerta, cuando cerró los ojos, respiró
profundamente y al abrirlos se sintió el niño más feliz del mundo porque todos
sus sueños se habían hecho realidad.